Almanzor


Un barranco de leyenda

Recorrido

Aprox. 12 km (ida y vuelta)

Tiempo aproximado

Recorrido completo: Aprox. 3 horas (ida y vuelta).

Dificultad

Fácil. Pista y senda sin apenas desnivel. Ideal para familias (retornando en cualquier punto de la ruta)

Descripción

La ruta

Atravesamos todo el pueblo longitudinalmente hacia el este preguntando por la salida del pueblo hacia el barranco de Almanzor. El camino, inicialmente una pista de cemento continua sin desvío hasta el pozo Casicas y el área recreativa “Los pinos” (10’)

Continuamos hasta un cruce donde tomamos derecha (dejando la principal) llegando en seguida al Molino Nuevo, restaurado y en la actualidad de uso privado.

Seguimos y a escasos metros en una nueva bifurcación nos desviamos a la izquierda, por un camino de tierra que parece se adentra entre los campos de olivos. En breve se convierte en senda con el barranco siempre a la derecha y nos acaba devolviendo a la pista principal (junto al arco del Estrecho).

Continuamos hacia la derecha pasando por La Carbonera (ejemplo del lugar donde antiguamente se fabricaba artesanalmente el carbón) y en unos minutos llegamos a un desvío a la derecha hacia La Castañera (Castaño de más de 400 años de edad).

Poco antes de finalizar el camino llegamos a donde manaba la Fuente de Almanzor (1:30 h.), ahora canalizada para abastecer al pueblo. En este punto la pista se convierte en senda y nos adentraremos en una de las zonas más bonitas de la ruta atravesando el barranco varias veces y disfrutando de una gran diversidad vegetal hasta salir a una pista forestal (1h desde la Fuente de Almanzor) que tomamos a la derecha hasta llegar al collado de Ívola (carretera Almedíjar-Aín). Es también la ruta habitual para coronar el pico Espadán.

Historia

Cuenta la leyenda… que el rey Almanzor se había puesto al mando de la Rebelión que los Moriscos de la Sierra Espadán llevaron a cabo en 1526. En la lucha, una flecha hizo blanco en su pecho, dejando al caudillo morisco gravemente herido. Era mucha la sangre que desprendía Almanzor, y al poco los curanderos se quedaron sin agua con la que poder limpiar sus heridas, debido a la sequía.

Una esclava cristiana, que contemplaba la exasperante situación en las que se hallaba su opresor, al que admiraba en secreto, decidió hacerse notar; así que se acercó a los curanderos y les dijo:

– Señores, yo puedo satisfacer vuestros anhelos y conducíos al agua, aunque a cambio, vos me tendréis que conceder el deseo que yo os pida.

Almanzor aceptó la propuesta y al poco de salir, divisaron junto al camino un enorme castaño, al cual le echa el ojo Almanzor, que ordenó lo talasen para hacer leña. Mas la cristiana que lo oyó, se giró en redondo y replicó:

– Este castaño que alza junto al camino sus siete brazos al cielo para adorar a su Dios, lo plantó mi bisabuelo. Respétalo pues, Almanzor, que por Alá te lo ruego, y que lo admiren los hombres hasta el final de los tiempos.

 – Hablas con voz de profeta, esclava. – respondió el asombrado Almanzor- Pero por tu valentía lo dejaremos con vida para que dé sombra a mis nietos. Pero se habrá de llamar Castañera y no Castaño, pues pervive por tu genio.

En estas conversaciones estaban, cuando llegaron a un paso estrecho, que pronto viene a mostrar el nacimiento de una fuente, que restablecieron en poco tiempo la salud de Almanzor. (Fuente)

Información y reservas

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