Nuestra historia


Lasurera1994La Surera tiene una historia de más de 20 años trabajando por el medio rural, tiempo en el que ha pasado por distintas fases y enfoques.

A principios de los años 90 un grupo de personas comenzó a buscar un lugar en la Sierra de Espadán donde construir un albergue que integrara una labor divulgativo-educativa con un modelo de vida en el medio rural. Un proyecto vinculado a un territorio y con vocación de ser, a través de su actividad, dinamizador del desarrollo local.

En Almedíjar encontraron el terreno idóneo, que pertenecía a una familia preocupada por darle una utilidad pública, y el entorno perfecto, un pequeño pueblo rodeado de naturaleza.

La Surera, finalmente abrió sus puertas en octubre de 1994. Desde su inicio, en coherencia con sus principios y los objetivos del proyecto, sus promotores funcionaron como cooperativa, primero en solitario y fusionándose más tarde con Escuela2, que trabaja por una enseñanza comprometida con la educación integral desde hace más de 30 años.

La Surera fue referente en Educación Ambiental. Igualmente funcionó como centro de Turismo Rural familiar y, por fin, como Centro de Recursos de la Sierra de Espadán con exposiciones, biblioteca, actividades, cursos y publicaciones que fomentaron el conocimiento e integración de sus visitantes en el entorno. Tras casi 11 años trabajando, la cooperativa tuvo que dejar el proyecto.

Su nueva propietaria aportó nuevos elementos a la vida del albergue, dándole el nombre de Posada de Almedíjar. Puso en valor la tradición gastronómica de la zona y dió una nueva vida a su terraza exterior con distintas iniciativas culturales.

El Albergue también fue durante un tiempo un lugar en el que poder disfrutar de diversas propuestas de turismo activo. Felip, un apasionado de la montaña hizo que el albergue sirviese de base para conocer la sierra desde el fondo de sus cuevas, sus senderos y paredes de roca.

Patio

Patio

A principios de 2016 un nuevo equipo tomamos las riendas de su gestión, promoviendo una gestión cooperativa del espacio a través de la constitución de la entidad de trabajo sin ánimo de lucro Canopia coop. V, recuperando el nombre original del albergue y promoviendo encuentros, intercambios y la construcción participativa de un proyecto colectivo, territorial y abierto, que contribuya al desarrollo local y sostenible del entorno.

En cualquier caso, cada aporte ha sido importante para dar a conocer el entorno y mantener vivo este lugar. Gracias al trabajo de todos los que han pasado por La Surera, hoy podemos seguir disfrutando de este espacio y su historia.